Uso político y mercantilización de la migración venezolana (IV)
El 11 de junio de 2021 tuvo lugar un foro virtual denominado “De la crisis al crecimiento. La respuesta de América latina al éxodo venezolano”, evento organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Migration Police Institute. En la cuenta de Twitter del BID-Migraciones se convocaba al evento, el día 10 de junio, en estos términos[1]: “La #MigraciónVenezolana[2] es la mayor movilización humana de la historia reciente de #AmLat[3]. ¿Cómo transformar esta situación en una oportunidad de crecimiento para la región?”.
Resulta tan inquietante como reveladora la perspectiva del BID, planteada en términos que justifican el título de esta serie de análisis (“mercantilización” de la migración venezolana), y no cabría esperar otra cosa de una institución que a final de cuentas es bancaria y se maneja con criterios mercantiles: desde ese punto de vista, la movilidad o desplazamiento de personas venezolanas deja de ser un problema o drama a resolver, para convertirse en un fenómeno apreciable como “oportunidad”. Y por supuesto que la noción de “crecimiento” conlleva, implica y contiene como referente la movilización de altas sumas de dinero. Personas, Estados y corporaciones pueden beneficiarse con la migración de personas, e incluso con el manejo propagandístico y politizado que se haga de este doloroso problema planetario.
Un simple o somero análisis de medios permite verificar que los momentos de mayor despliegue propagandístico de los temas migración, refugiados y desplazados, coinciden con la cercanía temporal de eventos o circunstancias en las que se discutirán o tomarán decisiones como el incremento o aceleración de los aportes económicos, no directamente a los migrantes o a las organizaciones que velan directamente por su defensa y respaldo, sino a Estados y organismos periféricos.
“Los recursos para atender la crisis de refugiados y migrantes venezolanos son muy limitados”, sentenció la Coalición por Venezuela[4] en su cuenta Twitter el 4 de junio de 2021. “Naciones Unidas estima que en 2020 se recibió donación de 46 % de lo necesitado, mientras que en 2021 apenas se ha alcanzado 22 % del total contemplado en el Plan de Respuesta para refugiados y migrantes venezolanos”, concluye la síntesis de la coalición. Ésta se autodefine como una “Federación de organizaciones de la sociedad civil venezolana”.
Estos llamados coinciden con los preparativos de la “Conferencia Internacional de Donantes en Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos”, evento que se anuncia para el 17 de junio[5] en Canadá, con la organización del gobierno de Canadá y el patrocinio del “Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), colíderes de la Plataforma Regional de Coordinación Interinstitucional para los Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V)”, según la página de la convocatoria.
En la exposición y descripción de la convocatoria se destaca que uno de los objetivos del encuentro será “movilizar recursos adicionales que tanto se necesitan”. También asegura que:
Los esfuerzos de Canadá se basan en los realizados anteriormente por la Unión Europea y el Gobierno de España, que organizaron conjuntamente una conferencia internacional de donantes en solidaridad con los refugiados y migrantes venezolanos en mayo de 2020”, y que esos encuentros dieron lugar “a promesas de contribuciones por valor de 2.790 millones de dólares, incluidos 653 millones de dólares en donaciones.
En el desglose o informe que recoge el destino de las ayudas se afirma que “ha mejorado la vida de 3,18 millones de refugiados y migrantes venezolanos vulnerables (…) y sus comunidades de acogida”, y que los recursos se han empleado de la siguiente manera:
- 1,9 millones recibieron ayuda alimentaria
- 1,2 millones recibieron asistencia sanitaria
- 000 recibieron asistencia en materia de protección
- 000 recibieron ayuda en metálico
“El Plan Regional de Respuesta a Refugiados y Migrantes 2021, a través de sus 159 socios, hizo un llamado a contribuir por un monto de 1.440 millones de dólares en 2021 para proporcionar apoyo a 3,3 millones de refugiados y migrantes de Venezuela y a las comunidades de acogida que se enfrentan a las mayores necesidades en 17 países de América Latina y el Caribe”, concluye el aparte dedicado a las expectativas de este encuentro, y en general del problema de la población migrante o desplazada proveniente de Venezuela.
Montos no fiscalizables
La principal dificultad para el monitoreo y contraloría sobre esos recursos es que no existe una legislación internacional única, ni tampoco mecanismos de acceso al detalle de las recepciones y desembolsos por concepto de ayudas, contribuciones o donaciones específicas para el auxilio a las personas migrantes o en proceso de desplazamiento o movilidad. Tampoco es viable el abordaje sistemático de comunidades, conglomerados e individuos en proceso migratorio, con el objeto de obtener sus testimonios sobre la cuantía, regularidad o dimensión de las ayudas recibidas. Tan inestable y móvil como la población objeto de análisis es el curso o destino de los fondos profusamente otorgados a “refugiados y migrantes de Venezuela y a las comunidades de acogida”.
Diversas investigaciones periodísticas a lo largo de los últimos dos años pueden ayudar a tener al menos una idea del histórico de contribuciones, sobre las cuales no existe fiscalización alguna, ni método probable de cuantificación y verificación de su correcto empleo según los conceptos:
Abril de 2018: “ACNUR: La comunidad internacional ha proporcionado 46 millones de dólares en ayuda y solo 2.5 millones provienen de los Estados Unidos”[6]
Abril de 2018: Matthew Reynolds, representante regional para Estados Unidos y el Caribe de la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR): “La calificación de crisis, es condición necesaria para mayor erogación de fondos y acceso a recursos de BM y BID”.
The Venezuelan refugee crisis: Challenges and solutions
Diciembre de 2018: “ACNUR: requerimientos de fondos del Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes de Venezuela es de 738 millones de dólares”[7]
Octubre de 2019: El canciller español Josep Borrell anunció que su país donará 50 millones de euros para solventar la migración venezolana[8]
Diciembre de 2019: “La millonaria donación del Banco Mundial”[9]
Desde marzo de 2017 hasta marzo 2020: “Colombia ha recibido unos 950 millones de dólares para ayudar a venezolanos”[10]
4 de febrero 2020: “EE.UU. destinó más de 656 millones de dólares a la asistencia humanitaria a venezolanos”[11]
Diciembre de 2020: ONU solicita 1.440 millones de dólares para el 2021[12]
Enero de 2021: EE. UU. ha entregado 1.200 millones de dólares en ayudas para Venezuela[13]
Etcétera
Si el ejercicio consistiera tan solo en la sumatoria de estos anuncios sería relativamente fácil establecer puntos de contraloría o fiscalización. Pero en el detalle de las noticias se entremezclan anuncios o compromisos verbales, desembolsos efectivamente realizados, informes con fines honestamente informativos y otros evidentemente publicitarios.
Independientemente de todas estas acotaciones, queda en el ambiente la percepción general de que el tema “migración venezolana”:
- Ha sido y seguirá siendo manipulado propagandísticamente con fines políticos, e incluso conspiratorio y desestabilización;
- Ha sido y seguirá siendo objeto de tergiversaciones y deformaciones con fines crematísticos;
- Escapa a los métodos y canales tradicionales de fiscalización, monitoreo y contraloría;
En cuanto a los indicios de que existe un proceso de reversión del fenómeno migratorio, producto de una política oficial del Estado venezolano (Plan Vuelta a la Patria) de movilidad inversa espontánea, ha sido silenciada, ocultada o directamente denostada por Gobiernos y entidades. A medida que las declaratorias de Cuarentena en los países de América Latina segregaban o sometían a exclusión, vejación y violencia física y sicológica a las personas venezolanas en proceso de desplazamiento, ese fenómeno del regreso a Venezuela se fue acentuando y haciéndose evidente en medios de información y redes sociales.
Las cifras oficiales del Plan Vuelta a la Patria, al 11 de junio, son: