DESMITIFICANDO LAS NARRATIVAS SOBRE LA TRATA DE PERSONAS EN VENEZUELA BREVE APROXIMACIÓN A LA TRATA
La trata de personas ataca violentamente la dignidad del ser humano y sus derechos fundamentales. Es un delito cuyo objetivo es explotar a una persona y se entrelaza con variadas causas y factores que la propician, por ejemplo, las desigualdades que existen como consecuencia del desarrollo y de las crisis económicas, sociales y políticas: la pobreza, ausencia de oportunidades y de empleo, acceso a la educación y salud, entre otros.
Las modalidades de explotación y/o discriminación social o culturalmente aceptadas, a saber, sociedades patriarcales, adultocéntricas y con altos índices de violencia basada en género, hacen mucho más propenso el delito de trata. Otras vulnerabilidades giran en torno a la movilidad humana, el estatus migratorio de las personas y a las rutas y corredores terrestres, marítimos y aéreos por los cuales transitan. Muchas de estas condiciones estructurales, históricas y culturales son aprovechadas por grupos delictivos que victimizan a quienes son más vulnerables.
Trata de personas en Venezuela
En los últimos años se ha producido en Venezuela un cambio en las operaciones de las organizaciones delictivas de trata de personas, que ofertan engañosamente trabajo a migrantes venezolanos, pasando de ser un país de tránsito a un país de origen de las víctimas de trata de personas. Este es un hecho comprobado por las autoridades en los países de destino, la Oficina de la ONU contra la Droga y el Crimen Organizado, organizaciones de la sociedad civil y nuestras propias investigaciones.
Nuestra organización ha establecido que el impacto económico generado por la aplicación de las medidas coercitivas unilaterales contra PDVSA, ha obstaculizado severamente la adquisición de bienes y servicios esenciales por el Estado venezolano, y tiene una relación directa en la emigración desde Venezuela hacia otras partes del mundo, siendo una emigración fundamentalmente económica. Esto también ha tenido incidencia en la trata de personas en nuestro país, pues hay una mayor magnitud de personas en condiciones de vulnerabilidad que toman la decisión de migrar.
Las narrativas de EE. UU. sobre Venezuela
Recientemente el Departamento de Estado de EE. UU., publicó el informe anual sobre trata de personas, donde realizan una categorización de los países del mundo que lideran la lucha contra la trata de personas y describen la situación en torno a este delito. A continuación, expondremos las falacias sobre la narrativa del gobierno de los Estados Unidos de que en “Venezuela no se lucha contra la trata de personas” y señalaremos algunas verdades sobre la situación actual de la trata en territorio estadounidense.
No es la primera vez que EE. UU., señala a Venezuela de no combatir el terrorismo, el narcotráfico o trata de personas. Tampoco es una casualidad que estos informes sean utilizados para legitimar la injerencia estadounidense en el país, ya que basan su política extorsiva en los supuestos hallazgos que presentan a Venezuela como un Estado fallido, donde impera la crisis humanitaria y la violación de los derechos humanos. Desde el 2005 se han publicado una serie de determinaciones sobre Venezuela, bajo los supuestos de que no cooperan con esfuerzos en materia de antiterrorismo, tráfico de drogas o trata de personas, de conformidad con las leyes y normativas legales de EE. UU.
Resulta importante destacar que, a raíz de estas determinaciones, los Estados Unidos han tomado una serie de medidas que suponen renovaciones anuales de dichas declaraciones y otras acciones, por ejemplo, la prohibición de venta y transferencia de armas desde el 2006, la interrupción de cooperación con la DEA, y la designación de Venezuela como un “narco-Estado”, imposición de sanciones individuales, judicialización de altos funcionarios, entre otros.
Para abordar este tema, hemos realizado un análisis comparativo entre el informe emitido por el Departamento de Estado a la luz del informe bianual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen Organizado. Asimismo, contrastamos los supuestos con información oficial pública y los reportes sobre la situación en el terreno para desmitificar los elementos discursivos y campañas mediáticas del gobierno de los Estados Unidos sobre la situación en el territorio nacional.