La República Bolivariana de Venezuela es uno de los Estados fundadores de la Organización de las Naciones Unidas, siendo firmante, junto a otros 50 países, de la Carta del Organismo en el año 1945. Desde entonces las autoridades venezolanas han trabajado por consolidar un marco de cooperación estratégica en materia de salud, alimentación y educación para satisfacer las necesidades de la población venezolana, mediante el establecimiento de acuerdos de asistencia técnica y coordinación con las 11 entidades del Organismo que actualmente desarrollan actividades en el país.
No obstante, desde hace al menos tres años Venezuela ha visto impedida su capacidad de cancelación de las cuotas financieras correspondientes con las Naciones Unidas así como con otros organismos y convenios multilaterales ratificados, a causa de las restricciones internacionales que se le presentan derivadas del bloqueo económico y financiero impuesto contra el país por Estados Unidos y la Unión Europea.
La política coercitiva dirigida contra Venezuela desde el exterior ha supuesto un daño reputacional del Estado venezolano y una interrupción forzosa de su normal funcionamiento en el sistema multilateral con la finalidad de:
• Coartar el ejercicio de sus derechos y privilegios en los organismos internacionales
• Excluir su voz del concierto de las naciones
• Aislarla y estigmatizarla relegándola a una situación de inferioridad en la comunidad internacional.