Ofrecimiento
Quienes te ofrecen insistentemente rutas “seguras” para conseguir llegar a Estados Unidos, te ocultan los graves riesgos del trayecto como también de la llegada, por lo que queremos contarte aquello que no dicen, así puedas enfrentar con más elementos la decisión que vas a tomar y poder evitar la vulneración de tus derechos humanos.
La ruta
El camino más utilizado es transitando desde Colombia hasta Panamá; luego Costa Rica hasta Nicaragua, seguido de Honduras a Guatemala, para terminar, entrando a México, hasta atravesarlo completamente hasta la frontera norte. Para hombres y mujeres el viaje al norte implica serios riesgos de violaciones a sus derechos humanos, incluso el peligro de perder la vida; no es la migración, sino las condiciones en que ésta se realiza, lo que hace vulnerable a la población. Durante este largo camino ocurren múltiples y frecuentes violaciones a los derechos humanos. Las más recurrentes son: el robo, extorsión, maltrato físico, secuestro, acoso y abuso sexual (básicamente a mujeres, niñas y niños migrantes irregulares, sobre todo quienes viajan solos), e incluso la muerte. Además, con mucha frecuencia, quienes transitan son víctimas de engaños, estafas, extorsiones y violación por parte de los “coyotes” que les “prometen” llevarlos a salvo.
Tránsito Colombia-Panamá:
Has de saber que además de muchísimos actos de discriminación por condición social y nacional (xenofobia), la población migrante venezolana ha sido objeto de asesinatos que la prensa o las redes muchas veces ocultan.
Entre los peligros están:
- La pérdida de sus recursos económicos para el viaje. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha reportado innumerables casos de pérdida de dinero y de documentos de identidad y de viaje, a causa de los frecuentes hurtos y robos que sufren los migrantes durante la travesía por dicha selva. Los migrantes con frecuencia son asaltados, y despojados de sus recursos económicos. Tan sólo al inicio de su trayecto, los grupos ilegales les cobran sobreprecios, los hurtan, roban, maltratan, y duermen en las calles, todo de la mano de “coyotes” vinculados a grupos armados.
- Igualmente, los migrantes por dicha selva son víctimas de violencia sexual, donde frecuentemente las agresiones son contra mujeres y niñas migrantes. Otra amenaza es la trata (tráfico para explotación sexual y trabajos forzosos). Según UNICEF casi 30.000 niños, niñas y adolescentes, de los cuales tres de cada cuatro son menores de 5 años, han sobrevivido al traicionero viaje a través de la selva del Darién. El número de niños, niñas y adolescentes que cruzaron la selva en 2021 es cinco veces más de la suma de los cuatro años anteriores. Las bandas criminales utilizan cada vez más e intencionalmente, la violencia sexual como instrumento de terror. Entre enero y septiembre de 2021, UNICEF registró 29 denuncias de abuso sexual de niñas adolescentes durante el viaje. Muchas más mujeres han denunciado abusos sexuales2.
- Se han reportado en la Selva del Darién innumerables muertes de personas, que incluso han sido enterradas en la ruta, tan solo en 2021, se reportó la muerte o la desaparición de 51 personas3. También se han señalado innumerables desapariciones, posiblemente causadas por la violencia criminal en la zona.
- Quienes han sobrevivido a tan inhumana travesía, han testimoniado una experiencia traumática con deterioro y afectación psicológica. No obstante, una vez llegados Panamá, miles se quedan en las Estaciones de Recepción Migratoria (ERM) del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), donde muchas personas han reportado que han estado hasta un mes en espera y sin posibilidad de salir. En dichas dependencias -particularmente en Puerto Peñita- los migrantes son retenidos mientras las autoridades migratorias coordinan con sus homólogos de Costa Rica, y deciden o no la deportación masiva. Por ejemplo, en enero de 2021, ocurrió una deportación masiva de migrantes de la República de Panamá: un total de 1.610 personas fueron deportadas.
Tránsito Guatemala-Honduras.
Los gobiernos de ambos países no garantizan la seguridad y la integridad de quienes se atreven a una travesía tan riesgosa. En Guatemala y Honduras las fronteras están fuertemente vigiladas y no cesan los casos de exceso de fuerza y brutalidad por parte de las autoridades fronterizas para repeler a los migrantes. En muchos casos, los migrantes se quedaron atrapados en lugares inseguros durante las restricciones.
Tránsito México-Estados Unidos.
Entre los peligros más graves comprobados por la ruta a través de México, están los secuestros y asesinatos de migrantes. Así, en febrero de 2021 fue conocida la existencia de ejecuciones arbitrarias: 12 policías participaron en el asesinato de 19 personas en estado norteño de Tamaulipas, donde aparecieron sus cuerpos calcinados, la mayoría de los cuales eran inmigrantes5.
Si te han hablado de los beneficios de migrar, basada en las nuevas normas migratorias estadounidenses anunciadas en 2021, has de saber que no es así y que el “Estatuto de Protección Temporal” (TPS, por sus siglas en inglés) para migrantes venezolanos en Estados Unidos. La administración gubernamental puede ponerle fin en cualquier momento, en caso de amenaza a la seguridad nacional, al orden público, a la seguridad pública o a la salud pública (de hecho, Estados Unidos tiene la potestad de finalizar el TPS, como de hecho sucedió durante la administración Trump). Tampoco exime de la utilización de los regímenes de “clausura” fronteriza para la inmigración “ilegal”: durante la administración Bush se militarizó la frontera México-EEUU mediante la movilización de la Guardia Nacional.
Hasta mayo de 2022, apenas el 21,5% de las personas solicitantes habían recibido el documento. De las 237 mil personas solicitantes, todavía 186 mil personas seguían en espera, algunos hasta casi un año, lo que genera problemas económicos dado que solo pueden realizar actividades económicas de carácter informal6.
Peligro de deportación automática: Además de que la medida no beneficia de forma automática, exige una serie de condiciones, que serán valoradas y consideradas de forma totalmente arbitraria, no facilita la obtención de una residencia permanente ni de la nacionalidad norteamericana. Si la medida no es prorrogada, las personas beneficiadas volverán a su estatus migratorio anterior. Las que se encuentren en condición irregular no contarán con permiso para trabajar legalmente y pueden ser en cualquier momento deportadas. El TPS legaliza formas complejas de explotación laboral de los “trabajadores huéspedes” (migrantes venezolanos): estos pueden trabajar, pero sin ningún derecho laboral, ya que son empleados como fuerza de trabajo barata, permitiéndose la masiva deportación de aquellos que no han vivido los suficientes años en el país. Es importante destacar, Estados Unidos encabeza la lista de países que no ha firmado ni ratificado la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus familiares (CWM) ni su Protocolo facultativo.
La criminalización de los migrantes: El número de niños hacinados en cárceles en la frontera sur de EE.UU. se ha triplicado. De esta manera, en 2021 la Patrulla Fronteriza mantuvo bajo su custodia a más de 4.200 menores migrantes que cruzaron solos la frontera, la instalación de Donna (Texas, en el valle del Río Grande), está abarrotada con más de mil niños y adolescentes, algunos de ellos de solo uno año de edad. La Patrulla ha detenido a 9.457 menores que no iban acompañados por ningún adulto y la cifra ha llegado casi a los 30.000. Los niños están retenidos en centros de detención federales en horribles condiciones, en las que se encuentran expuestos a enfermedades, hambre y hacinamiento. Cerca de 3.000 de estos niños y jóvenes llevaban retenidos más días de los permitidos legalmente. Los niños pasan hasta seis días sin ver o recibir la luz solar. Algunos señalaron que solo se les permite salir al exterior algunos días y por 20 minutos. Otros dijeron que duermen en el suelo porque no hay suficientes colchonetas.
Expulsiones “exprés”: desde que comenzó la pandemia de COVID-19, bajo el llamado “Título 42” el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) y Protección Fronteriza (CBP) ha expulsado a cientos de miles de personas solicitantes de asilo e inmigrantes indocumentados sin el debido proceso. Esto incluye familias que han sido separadas arbitrariamente de sus hijos (los cuales pasan a ser detenidos igualmente bajo riesgo de deportación), siendo retenidos en entornos congregados, e instruyéndose a los agentes a procesar a los migrantes para su expulsión lo más rápido posible. Esto ha generado un cambio dramático en la demografía de los arrestos en la frontera, a niveles no vistos en más de una década. Así, la política de expulsión del Título 42 ha cerrado efectivamente la frontera terrestre y costera de los EE.UU. como una estrategia que militariza aún más la gestión migratoria a través de políticas centradas en la crueldad, el castigo y la disuasión, reflejando la criminalización de la población inmigrante en los Estados Unidos.
Deportaciones masivas: Aunque la administración del presidente Joe Biden prometió durante su campaña restaurar el acceso al asilo, decenas de miles de familias y niños han sido expulsados: desde marzo de 2020, la CBP ha llevado a cabo más de 642.700 expulsiones. Ellas incluyen 15.000 casos de “niños no acompañados” que están hacinados en los centros de detención, quedándose sin medios viables para obtener protección, poniéndose en peligro su seguridad dentro de las instalaciones (existe incidencia de abuso sexual de niños por parte del personal de las instalaciones) y una vez expulsados quedan expuestos a violencia severa, abuso, secuestros y trata de personas por parte de los cárteles de la droga del norte de México y de las redes de tráfico de personas7. En el año 2021, las autoridades fronterizas realizaron 1.7 millones de detenciones. En este año, el número ya sobrepasó los 2.1 millones. En agosto las autoridades estadounidenses registraron más de 25.000 detenciones de venezolanos en la frontera, y en septiembre la cifra, llegó a los 33.0008.
Recientemente la administración del presidente Biden dio a conocer un Programa de Permiso Humanitario donde solamente 24.000 venezolanos podrían ser elegibles para migrar a EE.UU. de manera legal (es discrecional, no obligatorio). Los venezolanos que crucen hacia el otro lado de la frontera serán devueltos inmediatamente a México conforme al Título 42, igualmente, los que transiten de manera ilegal a México o Panamá serán inelegibles para entrar en Estados Unidos. En ejecución de este plan, actualmente, ya se inició el proceso de deportación de aquellos que se encontraban retenidos en centros de detención, con la expulsión 1.768 venezolanos, algunos de los cuales tenían solamente cinco días en territorio norteamericano, tras haber recorrido la ruta migratoria desde Colombia durante largos cuatro años.