Dialogando + es posible conforma una serie de artículos formativos para promover un diálogo social y político inclusivo, diverso y despolarizado en el país, apostando por la transformación de los conflictos, la cultura de paz, la justicia, la memoria y la no repetición.
HACIA LA CARACTERIZACIÓN DE LOS CONFLICTOS: ELEMENTOS CONSTITUTIVOS PARA SU MEJOR COMPRENSIÓN Y SOLUCIÓN
El conflicto es parte de la dinámica oculta en todos los espacios sociales, donde las personas interactúan. Existe en las instituciones, en las aulas, en comunidades y hogares, en espacios laborales, culturales, gubernamentales, en la política, es decir, en todas partes. El conflicto es un hecho básico de la vida y una oportunidad constante para aprender y para crear procesos de cambio constructivo en una realidad compleja, entre las diferentes dimensiones, entendiendo sus contenidos, su contexto, así como las estructuras de las relaciones.
No hay un molde prefabricado ni vía unidireccional para transformar el conflicto. Si bien los conflictos pueden llegar a la violencia visible, a situaciones de crisis, de violaciones de los derechos humanos e incluso la guerra, la violencia no visible está presente en situaciones de conflictividad donde los actores creen que no hay puntos en común. Entender el conflicto como algo que nos rodea, que es parte natural y orgánica de la interacción social, es el primer paso en el camino hacia su transformación. El conflicto nos ofrece ricas oportunidades para aprender acerca de nuestra propia cultura, necesidades, intereses y valores, así como de los demás. Aunque el conflicto puede tener causas tan diversas como complejas, un análisis delicado abre las puertas de su potencial transformador, como motor de cambio hacia la paz.
DE LA POLARIZACIÓN ABIERTA A LA DIALOGIZACIÓN DEL CONFLICTO: UNA APUESTA POR LA PAZ EN VENEZUELA
En los últimos veinte años, el contexto democrático que se ha producido en Venezuela ha sido de alta intensidad, con una alta polarización. Todo ello, enmarcado en las dinámicas particulares de la economía petrolera y la pugna de los sectores políticos por detentar el poder y los recursos provenientes de la explotación de hidrocarburos; esto ha moldeado tanto el tejido social como la estructura del Estado venezolano.
La conflictividad y polarización ha generado episodios de violencia política, intolerancia y fragmentación interna, teniendo repercusiones que trascienden a las organizaciones con fines políticos, resultando ser transversales a todas las esferas de la vida social. En Sures consideramos que el diálogo social es fundamental para el goce efectivo de los derechos humanos y la construcción de la paz en Venezuela.